La Era de Acuario trae estos nuevos paradigmas, nuevas formas de pensar la vida. Su energía es verde y alude a la naturaleza de las cosas. Todo lo que nos rodea es naturaleza en constante cambio y nuestra naturaleza interna también exige desarrollar la mente con nuevas perspectivas para crecer. Sólo así podrá la intuición florecer y mostrarnos una mirada más amplia del mundo que nos circunda.
Estamos en los albores de este tipo de pensamientos: intuitivos, amplificadores, superadores, renovadores en constante cambio. El concepto intrínseco de Acuario es la noción del manejo del tiempo, tal como la naturaleza nos enseña. Aquello que nace, ya sea un ser humano, una flor, un planeta, un universo, necesita de su tiempo y de su devenir tal como fue imaginado por quien lo creó. Alterar estas nociones, por desconocimiento o ignorancia, nos lleva a generar caos y desorden, observando en este planeta la idea de Karma…
Acuario está representado simbólicamente por la imagen del aguador, trasvasando energía entre dos cántaros. El aguador es el ser humano intercambiando experiencias humanas (propias de este planeta, de la humanidad en sí misma) con las experiencias etéricas que le llegan desde su ser más íntimo (el alma, su yo interno)… cada uno de los cántaros representa las dos mentes a realizar: la física y la etérica.
Lograr que estos cántaros se vacíen y se llenen implica observar, desde la intuición, el momento exacto en el espacio exacto para que las coordenadas de espacio-tiempo sean las correctas. Es en ese ahora donde el paso de las energías fluye a su ritmo, sin alterar el curso natural de los hechos. Cuando no podemos intuir tal momento, la experiencia se tiñe de contradicciones porque hay algo que sabemos que no está siendo captado en su justa dimensión.
SER+HUMANO...páginas 24 y 25